En una piel madura, se debe hidratar la piel antes de aplicar la base de maquillaje. La hidratante debe ser fluida y se puede mezclar con la base. Para esto te aconsejo Serum Donaire. Cuanto más reseca esté la piel, más se notarán las arrugas.

La base será de un tono similar al de tu piel. Recuerda no usar demasiada cantidad, para que no quede apelmazada.

Aplica la base con un pincel ancho, extendiéndola bien por toda la cara, sin olvidarte del cuello y las orejas. Para acabar la base, utiliza una esponja a ligeros toques, distribuyendo correctamente la base y eliminando los posibles excesos.

Fija la base con una fina capa de polvos sueltos, aplicados con un pincel ancho, con movimientos suaves.

Peina tus cejas con un peine de cejas y corrige la forma con un lápiz. Procura que el color sea similar al de tus cejas.

En tus ojos, maquilla la «V» de la cuenca con una sombra mate, de color marrón medio u oscuro.  En el párpado móvil utiliza un color nacarado: iluminarás la mirada. Aplica eyeliner (en lápiz o en crema) sobre la línea de pestañas y difumina simulando el rabillo del ojo hacia la ceja. Resalta la línea de agua superior e inferior. Por último aplica rímel en las pestañas.

Utiliza el corrector para disimular bolsas, ojeras…. Conseguirás además resaltar tus rasgos.

Matiza y resalta los ángulos de la cara con un marrón dos tonos más oscuros que tu piel. Puede ser con un colorete, un corrector…

Utiliza un iluminador para resaltar pómulos, punta de la nariz, entrecejo y barbilla.

Con un leve toque de pincel, añade rubor con colorete, desde el pómulo hacia la sien. Conseguirás un resultado muy fresco.

Remarca tus labios con un lápiz labial de un color parecido al de tus labios. Añade tu gloss preferido para un resultado final perfecto.

Truco Profesional: Si quieres que tu maquillaje dure más, séllalo con Tónico Refrescante Donaire y déjalo secar: ¡aguantará horas impecable!